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París, un lugar para enamorarte

Volando Voy

París enamora. Me encanta viajar, me encanta perderme por lugares desconocidos y sobretodo me encanta viajar cuando tengo razones de peso.
Durante años he pensado que París tenia cierta magia que coincidía con mi persona, París para mi era muy especial y no entendía las razones -en ese momento no había ido nunca- así que en un momento confuso de mi vida fui.

Este viaje lo preparamos con una semana de antelación -así soy yo, los viajes que hago son impulsos- me fui con dos amigos que aceptaron esta locura.

Alquilamos un apartamento en el centro de París -si sois varios siempre apartamento- fuimos semanas después del atento. El caos en París era frenético. A partir de las 21 de la noche teníamos varios furgones de militares armados en el hotel.

Nos alojamos en el apartamento Mirabeau París, 100% recomendable y lo mejor es la calidad/precio que tiene. A 10 minutos andando de la torre Eiffel y muy cerca del Sena. ¿Qué más se puede pedir por el precio?

Por desgracia días antes hubo un atentado en Bélgica, el ambiente era muy tenso. Cualquier movimiento que hicieras era sospechoso, cualquier abrigo también y cualquier palabra en relación al atentado creaba un silencio acogedor.

Las televisiones solo hablaban del atentado, los transportes públicos colgaban carteles con tips para hacer en caso de atentado, la ciudad tenia un tono muy serio y las noches eran muy tristes para ser una ciudad como París.

No hicimos nada a destacar en comparación con otros turistas. Hicimos las visitas clásicas.

Se me hace complicado elegir un lugar. Lo cierto es que París no me enamoro sus lugares. París me enamoro el ambiente, la atmosfera, la clase, la moda -como no :P- y el comportamiento de las personas que a veces hace falta en Barcelona.

Hola Napoleón 🙂

Hubo un momento que me fascino y creo que podría estar mirándolo durante horas y no me cansaría. Por las noches desde el hotel podíamos contemplar el faro que se convierte la torre Eiffel, ver en el cielo como una luz gira y vuelve  a girar es IM-PRESIONANTE, parece una estupidez pero os aseguro que sientes una paz difícil de describir.

La decepción llegó con la Mona Lisa

Algunos cuadros del Louvre apenas respiraban, todos buscaban la mejor imagen para posturear un poco. El arte no es eso y los museos no deberían de estar destinados a eso. Posiblemente Leonardo Da Vinci nos este odiando desde donde este. Razones no le falta.

El viaje continua

El azar continua. Adoro el azar. La incertidumbre. No saber que va a pasar. No tener el control. Jugar. Perder. Ganar.

Ese fue el concepto de Parí, azar puro y duro. Juagábamos a perdernos y a romper las reglas del típico turismo masivo. Buscamos diferenciarnos para que ese viaje no sea un simple postureo.

Me quede sin ver las catacumbas y un par de cosas más. A veces debes de sacrificar cosas para seguir.

La última noche

Fuimos a cenar muy tarde en una pizzería Italiana muy cerca de la Torre Eiffel. Esa noche decidimos que dormiríamos poco y que intentaríamos disfrutar la noche -los militares de cierta manera no dejaban-.

Era las 11 de la noche, teníamos ganas de subir a lo alto de la torre Eiffel. Queríamos sentir el postureo y lo bohemio de París.

De repente empezó una tormenta impresionante, junto con rayos. No se puede estar a lo alto de la torre Eiffel con ese tiempo así que nos hicieron bajar.

Volveré a París, me ayudo y me enamoró.

 

 

 

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